¿Cómo cuidar un gato bebé?

 

Cuidar de un gato bebé es una tarea complicada que necesita de una enorme cantidad de atención, dedicación, tiempo y delicadeza. La dificultad incrementa si se trata de un gato que fue rescatado de la calle sin su madre cerca o que fue adoptado al poco tiempo de terminar de ser amamantado.

Por lo que a continuación se podrán conocer algunos consejos básicos para cuidar a los gatos de menos de tres semanas de nacidos.

  • Cuidar de su temperatura corporal

Procurar mantener la temperatura corporal a estos pequeños felinos es una de las prioridades al momento de criarlos. Es la cercanía con su madre la que le brinda calor. Pero ¿qué se hace cuando ya no se encuentra cerca de su cría?

Los gatos no son capaces de regular su calor corporal por sí solos estando tan pequeños, por eso quienes los cuidan necesitan calentarlos, en especial, por las noches. Para este propósito se pueden envolver en una manta o usar una almohada térmica pero es muy importante que ésta no esté en contacto directo con el gatito por el riesgo de sufrir quemaduras. Pero si el gatito sigue llorando con esto, quizás lo pueda calmar envolverlo en tu regazo.

  • Darle una alimentación adecuada

A los gatos les gusta la leche, es un conocimiento que casi todos tenemos en mente. Pero esto no es del todo cierto al tratarse de gatos muy pequeños, porque no es bueno para su salud darles leche convencional, ni siquiera calentándola para este propósito. Incluso dársela podría provocar vómitos o diarreas en el mismo, causándole problemas estomacales.

En cambio, se puede emplear una leche de fórmula en polvo adecuada para estos felinos, las cuales sirven como un sustituto de los nutrientes esenciales. Este tipo de leche se vende en tiendas de mascotas. Pero si no se consigue se le podrá dar mientras agua tibia con la ayuda de una jeringuilla, y después darle leche deslactosada con un biberón a una temperatura de 37°C. Hacerlo cada tres horas será lo ideal.

Es después de las cinco  semanas de vida, que los gatos podrán dejarse de alimentar con leche materna. Para este tiempo ya habrán abierto los ojos y será más independiente.

  • Enseñarle a hacer sus necesidades y asearlo

Una de las tareas de la madre es la de enseñarle a hacer sus necesidades, algo que consigue al estimularlo en el vientre y sus cercanías. Pero cuando ésta no está, podrías ayudarle mojando un algodón con agua tibia y pasándolo por su ano y genitales.

También asearlo es una tarea que la madre enseña, por lo que se podrá sustituir esta costumbre pasando con mucha delicadeza un paño mojado con agua tibia por su pelaje. Después deberás secarlo para evitar que se enferme.

  • Adapta tu hogar a sus necesidades

Hay muchos peligros en los hogares para gatos pequeños. Para evitarlos se debe por ejemplo, cerrar las ventanas, incluyendo aquellas que den acceso a un balcón o terraza; ocultar los cables eléctricos y hasta esconder todos los objetos que podría introducirse en la boca como bolígrafos.

Siempre hay que recordar la inteligencia y astucia gatuna, por lo que también serán capaces de abrir puertas o cajones a medida que vayan creciendo. Por lo tanto, deben ser cerradas bien si contienen objetos peligrosos para ellos. Además es un buen consejo cerrar las tapas de los inodoros y los cubos de basura.

  • Llevarlo a un veterinario

Quizás el consejo más importante de la lista sea la de llevar a un gato pequeño con regularidad al veterinario. Debido a que este podrá dar indicaciones profesionales acerca de su salud y las maneras adecuadas de cuidarlo.

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