El gatito debe de estar siempre en un lugar cálido, como si estuviera siempre junto a su madre. Si no puedes estar con él en brazos, puedes poner junto a él botellas con agua tibia rodeadas de una toalla para que no quemen, simulando la temperatura corporal de su madre, o mantas eléctricas bajo una toalla o la transportadora (con cuidado) a temperatura moderada. Es importante que el gatito reciba un poquito de calor porque cuando son muy pequeños aún no regulan su temperatura corporal. Si puedes tenerlo en brazos o en nuestro regazo, tu temperatura corporal le ayudrá.
El gatito debe tomar el biberón cada 3 o 4 horas, al paso del tiempo, se pueden retrasar un poco más las tomas. En clínicas veterinarias, comercios y tiendas especializadas venden leche materna de gata, que es la única que debes usar. Se suele vender en polvo y se mezcla con agua. Para que el gatito tome el biberón, es importantísimo que la leche esté a temperatura corporal, como si saliera de la madre, ni muy caliente ni muy fría, de lo contrario el gatito no comerá.
NOTA IMPORTANTE: Jamás debes usar leche de vaca ni otra leche que no sea la materna de gata. Si es urgente y no tienes otra opción, puedes usar leche de vaca muy rebajada con agua, pero en cuanto podamos hay que darle leche materna de gata.
Al tomar el biberón, debes de colocar al gatito como si estuviera apoyado en el vientre de su mami, de forma más o menos diagonal al biberón.Normalmente los biberones que venden suelen tener el agujero de la tetina muy pequeño, si es necesario pincha la punta con un alfiler para que salga un poco más de leche.
Cuidado a la hora de colocar el biberón, para que el gatito no trague aire, intentemos que siempre llegue leche a la tetina (punta del biberón).
El gatito querrá amasar con sus patitas delanteras, para ello pondremos nuestra mano, una manta o toalla. Normalmente lo hacen en las mamás para estimular la salida de leche, aunque su madre no esté, siguen teniendo este reflejo, que suele perdurar para toda la vida.
Varias veces al día, debes estimular al gatito para que haga sus necesidades. La madre suele estimularles con la lengua, haciendo masajes en la tripa, en el ano y aparato genital. Nosotros debemos hacer estos masajes con una toalla humedecida en agua a temperatura corporal, durante unos segundos hasta que el gatito orine o defeque. Se recomienda hacer esto sobre una pequeña bandeja con arena, para que el gatito empiece a relacionar la bandeja más adelante con sus deposiciones. Los masajes en la tripa los haremos siempre una media hora después del biberón y podemos usar también nuestros dedos. Si con estos masajes el gatito no hace sus necesidades en 24-48 horas, debemos llevarlo al veterinario.
Si el gatito maúlla mucho, pueden ser varias cosas: que no reciba calor y sienta que está solo, que tenga hambre y esté buscando las mamas de su madre, o que quiera hacer sus necesidades.
Tenemos que tener en cuenta que es muy difícil sacar adelante a un bebé sin su madre, no debemos desanimarnos si no sale por muchos cuidados que le demos. Realmente el “peligro” de que el gatito muera está entre la primera y tercera semana de vida, si llega casi al mes, ha pasado lo peor y habremos salvado una vida, ¡Wujo!
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